TMM #8 / ¿El Streaming tiene un techo y ya lo estamos alcanzando? La respuesta es sí y no.

En los últimos días, la noticia de que se estaba llegando al pico de consumo del streaming y el on-demand causó cierta alarma en la industria musical, y no es para menos. Esta última pudo surfear la desaceleración del negocio de la música grabada en Norteamérica y Europa, gracias al crecimiento del consumo de las nuevas plataformas. Lo cierto es que, para poder analizar este fenómeno de desaceleración, es necesario diferenciar mercados.


Según datos de Billboard, en Estados Unidos, el consumo ya no crece como antes: los ingresos aumentaron de 15.900 millones de dólares a 17.100 millones el año pasado. Esta desaceleración se debe principalmente al límite de suscripciones de streaming disponibles para vender, con un promedio anual de 96,8 millones de suscripciones on-demand en un país de 127 millones de hogares. Aunque resulta difícil prever cuándo alcanzaremos el pico de suscripciones, es inevitable anticipar un crecimiento más lento en el número de suscriptores. Esta tendencia ha llevado a recortes por parte de las compañías discográficas, marcando el fin del hipercrecimiento para los creadores y titulares de derechos, al menos en algunos mercados. Datos similares provienen de Europa.


Sin embargo, en los mercados en desarrollo, donde el negocio de la música es considerablemente más pequeño, las cifras son alentadoras, ya que tanto en Asia como en América Latina el crecimiento es incuestionable. América Latina, por ejemplo, registró su 14to año consecutivo de crecimiento, con un aumento del 19,4%. Aunque estos incrementos se producen en mercados más pequeños, indican un amplio espacio de oportunidades para crecer, principalmente hacia el sur y el oriente. Igualmente, es importante considerar que estos pronósticos presuponen que la prosperidad y la estabilidad económica de los países en desarrollo continúen en el futuro, una incógnita siempre presente.

Los paquetes de streaming de música y TV podrían ser una solución.

Ante el aumento de precios de las suscripciones y la necesidad de equilibrar gastos mensuales, los consumidores se enfrentan a decisiones difíciles sobre dónde asignar sus recursos. Una encuesta reciente en Estados Unidos revela que el 66% de los suscriptores de streaming ya no pueden costear todas sus suscripciones, y muchos optan por cancelar al menos una. A ello, debemos sumarle que en el caso del servicio de streaming de música, los catálogos de contenidos suelen ser bastante homogéneos debido a los acuerdos de licencia con los sellos discográficos. Esto justamente genera que prácticamente todas las plataformas de música presenten al consumidor la misma oferta. Entonces, ¿qué estrategia utilizar para ser la elegida?


En respuesta a esta situación, la combinación de suscripciones en paquetes surge como una solución. Servicios como Amazon Prime, Apple One y YouTube Premium ya ofrecen acceso combinado a música y otros tipos de contenido. Este enfoque no solo beneficia a los consumidores al ofrecer descuentos y simplificar la gestión de suscripciones, sino que también representa una nueva fuente de ingresos para los proveedores de servicios. La integración de servicios de música en planes de telefonía celular, como lo hacen Verizon y Optus, también se vislumbra como una tendencia prometedora, que podría impulsar el crecimiento de la industria musical al llegar a nuevas audiencias y proporcionar ingresos adicionales. Spotify, por su lado, continúa apostando a diferenciarse a través de la oferta de podcast y audiolibros.


¿Hacia dónde apunta la industria musical?

Por otro lado, ¿qué estamos vendiendo realmente? Actualmente, uno de los problemas del negocio de la música grabada es la falta de generación de nuevas estrellas que logren captar la atención de los potenciales “superfans”. Desde una perspectiva financiera, el K-pop, por ejemplo, es esencialmente un negocio de mercancías de alto margen.

Recientemente, un informe de la RIAA reveló que los ingresos de la música latina superaron los 1.000 millones de dólares por segundo año consecutivo en el mercado estadounidense, con un incremento del 16% en 2023 en comparación con 2022. Este dato refuerza la dirección hacia la cual podría orientarse el voto de confianza para fortalecer el crecimiento de la industria.


En conclusión, si bien es cierto que el crecimiento del streaming y el on-demand parece estar desacelerándose en ciertos mercados, especialmente en los más desarrollados, existen amplias oportunidades de expansión en regiones emergentes como Asia y América Latina. Además, la industria del entretenimiento enfrenta desafíos y preguntas importantes sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio, la generación de nuevos talentos y la diversificación de sus fuentes de ingresos. Sin embargo, el continuo aumento de los ingresos en áreas como la música latina en Estados Unidos señala un camino prometedor hacia adelante. En última instancia, la adaptabilidad y la innovación seguirán siendo clave para el éxito futuro de la industria del entretenimiento en un mundo en constante cambio.


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